Una historia que nos inspira
23 de octubre de 2024 | Editorial Markoptic
Redacción: Marcela Audelo
A sus 30 años, Melissa Félix ha vivido experiencias que han puesto a prueba su fortaleza física y emocional de formas inimaginables. En marzo de 2021, su vida cambió radicalmente tras un accidente automovilístico tipo volcadura que le ocasionó una lesión severa en el brazo derecho. Pese haber ingresado de forma inmediata al hospital, de todos los esfuerzos médicos por salvar la extremidad y después de 7 horas de cirugía, tomaron la difícil decisión de amputar el brazo.
Si bien, perder parte de su brazo sería una dura batalla para Melissa, su principal preocupación se centraba en otra lesión que se localizaba en la columna cervical. Esta lesión la obligaba a tener extremo cuidado, pues un mal movimiento o descuido podría dejarla totalmente paralizada. Ante este panorama, los médicos le indicaron que debía utilizar un collarín metálico que abarcaba desde el cuello hasta la parte alta de la cintura.
Melissa nos cuenta que esta fue una de las etapas más difíciles de su recuperación, pues debía cuidar, no solo sus movimientos, sino hasta su postura a la hora de dormir para reducir en mayor medida lesiones adicionales, por lo que, durante 3 largos meses, pasó sus noches sentada en un sillón, haciendo del descanso un verdadero reto.
El dolor físico que experimentaba Melissa era duro, pero dentro de la dificultad, encontró el momento para asimilar la amputación de su brazo, y aunque sabía que no sería sencillo lo que venía, para esta joven había algo mucho más poderoso e importante: estaba viva.
Su determinación y el apoyo incondicional de su familia la han impulsado a adaptarse, a nunca apagar su sonrisa y, sobre todo, a seguir adelante con su nueva vida. Hoy, tiene tres sueños claros que desea cumplir: conseguir un trabajo estable, formar una familia y tener una prótesis.
El deseo de tener una prótesis no solo está relacionado con la funcionalidad que esta podría ofrecerle en su día a día, pues si bien Melissa ha aceptado su condición y ha aprendido a adaptarse y a realizar muchas de sus actividades cotidianas por sí misma, reconoce que la prótesis, además de brindarle una mayor independencia, también le ayudaría para elevar su autoestima.
En su búsqueda por aquello que le brindara, no solo la facilidad y practicidad para realizar actividades, sino la oportunidad de sentir más confianza en sí misma, Melissa comenzó a investigar sobre diferentes organizaciones que pudieran ayudarle, fue así como, a través de redes sociales conoció a Fundación Markoptic.
Sin dudarlo, hizo el primer contacto para solicitar el apoyo de una prótesis y la respuesta no tardó en llegar. Después de seguir con los protocolos debidos y gracias a las alianzas de Markoptic con Corporativo OXXO, una empresa socialmente responsable y que comparte la misma filosofía de ayudar a quienes más lo necesitan, Melissa ya es una de las beneficiarias de prótesis transhumeral de este año.
Melissa es un ejemplo de fortaleza y determinación, y su historia nos inspira a seguir trabajando para crear más oportunidades para las personas con discapacidad y contribuir para hacer de esta, una sociedad más incluyente, solidaria y respetuosa. En Fundación Markoptic estamos muy emocionados de poder acompañarla en esta nueva etapa de su vida.
Si deseas apoyar nuestra causa y ayudar a más jóvenes como Melissa, dona hoy a Fundación Markoptic. Cada aportación, por pequeña que sea, tiene el poder de transformar vidas y de acercarnos a un futuro más inclusivo y con más oportunidades para todos.
Únete a la causa realizando tu donativo en www.markoptic.mx. Si deseas más información contáctanos al teléfono 800 509 1985, o al correo info@fundacionmarkoptic.org.mx.
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